La biodiversidad de Madagascar se pone de relieve en el Macizo de Ibity, un paisaje protegido armonioso de capital importancia para la conservación. Este sitio, clasificado en la categoría V de la UICN como paisaje armonioso protegido, se extiende sobre una superficie de 6.136 hectáreas según el decreto vigente. Administrado por el Jardín Botánico de Missouri (MBG) desde su creación en 2015, el Macizo de Ibity no ha experimentado ningún cambio de estatus desde entonces.

El Macizo de Ibity destaca por su diversidad de vegetación, especialmente entre los 1.500 y los 2.254 metros sobre el nivel del mar. El clima fresco debido a la altitud, así como una estación seca suavizada por el rocío y la niebla, favorecen la variedad de vegetación. El sustrato compuesto principalmente por cuarcita es un factor determinante para el alto endemismo floral de la región. Algunas plantas locales han desarrollado adaptaciones únicas, lo que sugiere que los incendios han sido durante mucho tiempo parte de las condiciones ambientales locales. Actualmente, los incendios, todos de origen humano, son frecuentes y amenazan el frágil ecosistema del macizo.

En cuanto a la fauna, el Macizo de Ibity alberga varias especies de mamíferos, entre ellos especies endémicas como el Hemicentetes nigriceps y Microgale pusilla, así como especies más comunes como Rattus rattus y cerdas de Setifer. La riqueza faunística del lugar se complementa con la presencia de aves, reptiles y anfibios, lo que refuerza la importancia del macizo para la conservación de la biodiversidad.

El macizo también cubre significado cultural. Es hogar de varios lugares sagrados, como las tumbas de antiguos reyes y antiguos habitantes, conocidos localmente como “tumbas indígenas”. Estos sitios culturales añaden una dimensión adicional al valor del Macizo de Ibity, convirtiéndolo en un lugar de conservación tanto natural como cultural.

Sin embargo, como muchos sitios naturales de la isla, el Macizo de Ibity se enfrenta a varias presiones antropogénicas. Los incendios, aunque históricamente naturales, ahora son de origen humano y tienen un impacto negativo en los ecosistemas. La producción de carbón ha reducido significativamente la vegetación leñosa, particularmente en los bosques de rupas. Recolectar ciertas plantas suculentas, como Pachypodium brevicaule, para el mercado nacional e internacional, así como la recolección de capullos de gusanos de seda silvestres, también afectan a las poblaciones locales. Las laderas más bajas del macizo se utilizan para el pastoreo del ganado y el sitio es vulnerable a la fiebre del oro incontrolada, que puede destruir la vegetación natural en pequeñas áreas.

El sitio también está invadido por especies exóticas, en particular el pino kesiya, un árbol exótico perteneciente a la familia Pinaceae. Esta invasión es actualmente objeto de medidas de control para preservar la integridad del ecosistema.

En resumen, el macizo de Ibity no es sólo un bastión de la biodiversidad malgache, sino también un testimonio de la compleja interacción entre el hombre y la naturaleza en esta región.región única de las tierras altas centrales de Madagascar.

 

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