Encontrar animales salvajes en su hábitat natural puede ser una experiencia emocionante y que cambia la vida, y es una de las formas en que viajar nos ayuda a conectarnos con el mundo que nos rodea. Pero las experiencias con animales salvajes que implican crueldad, cautiverio innecesario o interacción inapropiada con humanos deberían ser motivo de preocupación, evitarse y denunciarse.
Se pueden prever otras excepciones, como refugios de animales que cuidan de animales huérfanos o que han sido robados a sus padres, que ya no pueden sobrevivir en la naturaleza y dependen de los humanos para su supervivencia. Los ejemplos incluyen Chimp Eden de Jane Goodall en África y la isla de los lémures en Madagascar.
“Lo imprescindible es un encuentro no forzado con la vida salvaje en su entorno natural.”.
Demasiados turistas también pueden afectar a las comunidades que luchan por gestionar los impactos negativos de la presión sobre los ecosistemas frágiles, incluida la basura, la erosión de los senderos y el ruido.
Observar la vida silvestre sin ser molestado por los humanos debe ser una de las experiencias más sorprendentes, ya que los animales se comportan de manera natural y no amenazante. Viaja responsablemente, adopta una forma que sea buena y ética para ti. Viaja por ti y por las comunidades que visitas.
Extracto de un artículo de Kate Duthie. 2018 para los nómadas del mundo.
Observación responsable de fauna
                                
                                    001/03/2021                                
                                        
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