Durante un viaje a Madagascar, al amanecer, el pueblo pesquero se levanta. La luz baña los rostros dormidos de mis hermanos y hermanas. Nos reunimos sobre nuestra colchoneta nocturna, un cuadrado de vela en el suelo. La fresca mañana da la bienvenida a las estrellas del sur de la mañana.

Hoy nos preparamos con entusiasmo para hacernos a la mar. Vamos a desplegar nuestras redes cerca del desembarcadero para capturar las barracudas. El mar es nuestro compañero, nuestra fuente de vida. Cada viaje al mar es crucial para nuestra supervivencia, y los últimos días han sido decepcionantes, sin la más mínima captura de un pez gordo.

En tanto que “Vezo”, estamos estrechamente vinculados a los recursos marinos. Sin embargo, estos recursos se están agotando inexorablemente. La destrucción de las lagunas, las prácticas pesqueras insostenibles, el calentamiento de las aguas y la contaminación están reduciendo nuestro potencial pesquero. Nos enfrentamos a desafíos sin precedentes.

Aspiramos a un cambio positivo, al renacimiento de nuestros océanos. Restaurar la abundancia pasada requiere acción colectiva y conciencia general a favor de la conservación marina. Guiados por la sabiduría de nuestros antepasados, nos comprometemos con dedicación y perseverancia.

El mar es nuestra madre nutricia, nuestra conexión sagrada con la naturaleza. Trabajamos para preservar este precioso patrimonio, equilibrar nuestras necesidades vitales y la conservación de los océanos. Todos los días enviamos sentidas oraciones a nuestros antepasados, rogando por el éxito de la pesca y la restauración de los ecosistemas marinos.

Para preservar nuestro futuro común, debemos actuar de manera concertada, tomando conciencia de la importancia vital de preservar los recursos marinos. Por ello, lanzamos un llamamiento global para unirse a nosotros, preservar nuestra forma de vida y garantizar la supervivencia de “Vezo”. Unamos fuerzas para proteger la riqueza y diversidad de los océanos, para las generaciones presentes y futuras.

Sabemos que el desafío es enorme, pero estamos decididos a continuar nuestra lucha por la supervivencia de nuestra comunidad y nuestro ecosistema marino. Listos para realizar cambios duraderos en nuestras prácticas pesqueras, colaboramos con organizaciones internacionales y científicos para estrategias de conservación efectivas.

Como custodios del mar, protegemos nuestro patrimonio marítimo. Juntos podemos restablecer el equilibrio, preservar la biodiversidad y garantizar un futuro próspero para las generaciones venideras. Únete a esta noble causa, para que nuestros hijos y nietos vivan en armonía con el mar que nos rodea. Durante un viaje a Madagascar, podrás contribuir a este esfuerzo de conservación y salvaguardia.

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